Estimados compañeros:
En
la primera de nuestras clases, el profesor Abella diferenció dentro de
la Cultura Occidental tres bloques: la cultura europea propia de
Occidente, la cultura bizantina o de Oriente 1 y la cultura islámica
o de Oriente 2.
La islamización de prácticamente la totalidad de la Península ibérica, durante más de cinco siglos, singulariza la cultura española como partícipe de los bloques europeo e islámico. ¿En qué medida es nuestra cultura menos europea que la de otras naciones de Europa?. Durante mi larga estancia en Bruselas, más de un eurofuncionario así me lo decía.
La islamización de prácticamente la totalidad de la Península ibérica, durante más de cinco siglos, singulariza la cultura española como partícipe de los bloques europeo e islámico. ¿En qué medida es nuestra cultura menos europea que la de otras naciones de Europa?. Durante mi larga estancia en Bruselas, más de un eurofuncionario así me lo decía.
Haciendo
un apretado resumen de nuestros ingredientes culturales, destaca sin
duda nuestra romanización desde el siglo I a.C. hasta el V d.C.,
similar en duración a nuestra arabización, aunque aquélla con una
impronta más profunda. La germanización entre ambos períodos a lo
largo de dos siglos dejó obviamente una huella más suave en nuestra
cultura. Otra aportación cultural nada despreciable fue la aportada
por peregrinos centroeuropeos (francos, alemanes, flamencos, …)
recorriendo el Camino de Santiago. Una contribución menor pero que
no debe ser ignorada tuvo lugar durante el establecimiento de las
rutas de comercio por comerciantes de las ciudades italianas y en
particular por los genoveses a finales de la Edad Media y durante la
Edad Moderna. Ya mucho más tarde, y con escaso impacto cultural,
llegaron contingentes emigratorios europeos, en algún caso de forma
organizada, como la repoblación de Sierra Morena por colonos
alemanes durante el reinado de Carlos III.
Fruto
de estos ingredientes es el gen predominante en toda España, el
Haplogrupo R1b del cromosoma, igual que en Europa Occidental y en
particular con los grupos de población del litoral del Atlántico:
Francia, Gran Bretaña, Irlanda y su vecino ibérico, Portugal, y
también con conexión genética predominante de Italia. Por contra,
la genética de los españoles diverge con áreas del Norte europeo,
donde predomina más el Halogrupo I1. Según un estudio de American
Journal of Human Genetics
un 20% de la población española tiene características de los
judíos sefarditas y en menor proporción conexión genética con los
pueblos árabes y bereberes.
Es
pues evidente que la cultura europea nos pertenece aunque haya habido
tres hechos históricos trascendentes que no compartimos con el resto
de Europa: las Cruzadas y las dos Guerras Mundiales.
¿Cuál es vuestra opinión?.
Manuel Avendaño Gascón
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