domingo, 11 de mayo de 2014

Olympe de Gouges



Marie Gouze, que más tarde cambiaría su nombre por el de Marie-Olympe de Gouges, nació en Montauban el 7 de mayo de 1748. Su madre era Anne-Olympe Mouisset, pero en cuanto a la paternidad existen dudas. Consta en los archivos que era hija de un carnicero, Pierre Gouze, aunque éste se negara a firmar el acta de nacimiento. Cuando la niña empieza a tener uso de razón, su madre le insinúa que debía la vida a Jean-Jacques Lefranc de Pompignan, poeta y destacado antagonista de Voltaire y principal adversario de los filósofos.


A los dieciocho años Marie-Olympe se casa con un negociante parisino, Louis-Yves Aubry, cliente de la carnicería familiar, y a los pocos meses da a luz a un hijo, Pierre. Su marido fallece poco después. Olympe, decepcionada por su experiencia matrimonial que no le aportó felicidad alguna, calificó la institución matrimonial como “sepulcro de la confianza y del amor”. 
 

En Montauban ya nada la retiene y, puesto que en París vive su hermana mayor, allí se traslada en 1770 con su hijo para poder proporcionarle una buena educación. Jacques Biétrix de Rozière, alto funcionario de la Marina, le pide su mano, pero fiel a sus principios, y pese a la insistencia de su familia, Olympe se niega a casarse aunque vivan maritalmente. Gracias al soporte financiero de su compañero, Olympe de Gouges vive una vida desahogada de burguesa, figurando como 'persona de condición' en el Almanaque de París de 1774. 
 

En los salones que frecuentaba, conoció a muchos literatos, y como hija biológica de Le Franc de Pompignan, cuyo pieza teatral Didon acaba de recibir una gran aceptación, Olympe de Gouges se lanza a su propia carrera literaria y monta un grupo teatral itinerante que representa sus obras políticas y generalmente polémicas en París y alrededores. 
 

Persigue hacer reaccionar a la sociedad contras las injusticias de la época. Su obra teatral más célebre es l’Esclavage des Noirs (“La escavitud de los negros”) publicada con este título en 1792, aunque inscrita en el repertorio de la Comédie Française como Zamore et Mirza, ou l’heureux naufrage (“Zamora y Mirza, o el naufragio feliz”). Volcada en esta causa, Olympe se integra en la Sociedad de Amigos de los Negros (Club des amis des noirs), grupo de presión abolicionista. Todavía en vigor el llamado Code Noir (“Código Negro”), decretado en tiempos de Luis XIV, y que permitía a numerosas familias beneficiarse del comercio colonial gracias al tráfico de esclavos, la obra de teatro antiesclavista de Olympe de Gougues fue retirada del repertorio francés y su autora enviada a la Bastilla. Gracias al caballero Michel de Cubières, cuyo hermano era uno de los favoritos de Luis XVI, fue revocada la imputación. 
 

Instaurada la Revolución, y a pesar de que el lobby colonial era todavía muy activo, volvió a autorizarse la representación de l’Esclavage des Noirs. Publica entonces el ensayo Réflexions sur les hommes nègres (Reflexiones sobre los hombres negros) y más tarde compone otra pieza teatral sobre el mismo tema, titulada Le Marché des Noirs (“El mercado de los negros”).


En 1788, le Journal général de France, anteriormente llamado Les Annonces, affiches et avis divers, publica dos folletos políticos de Olympe de Gouges, en favor de su proyecto de impuesto patriótico desarrollado en su célebre Lettre au Peuple (“Carta al pueblo”), que tiene continuación en sus Remarques patriotiques, par l’auteur de la Lettre au Peuple (“Observaciones patrióticas por el autor de la Carta al Pueblo”) en las que detalla un amplio programa de reformas sociales. Estos escritos iban dirigidos expresamente a los representantes de las tres primeras legislaturas de la Revolución, a las sociedades patrióticas y a diversas personalidades, entre ellas Mirabeau, La Fayette y Necker, a quienes admiraba especialmente.


Inicialmente defiende una monarquía constitucional, aunque siguiendo los pasos de los girondinos se declara republicana, si bien comparte el posicionamiento del marqués de Condorcet y se opone a la muerte de Luis XVI. El 16 de diciembre de 1792, Olympe de Gouges se ofrece para asistir a Malesherbes en la defensa del rey ante la Convención, pero su ofrecimiento fue rechazado.


Pero la lucha que Olympe de Gouges emprende con mayor fuerza es la de la defensa de los derechos de la mujer. En octobre de 1791 la Asamblea constituyente redacta una Constitución que priva a las mujeres de los derechos cívicos. Ella replica con su Déclaration des droits de la femme et de la citoyenne (“Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana ”), calcada de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, y que comenzaba con las siguientes palabras: “Hombre, ¿eres capaz de ser justo?. Una mujer te lo pregunta”.


La Declaración llevaba un prólogo dirigido a Marie-Antonietite en el que le pedía protegiera la condición femenina. Empleando con talento el sentido de la ironía, recuerda a a los dirigentes y fundadores de la Revolución que la igualdad de sexos sería un valor fundamental en la nueva Francia, insistiendo en que se devolviera a la mujer sus derechos naturales que el hombre le había arrebatado por la fuerza. Y añadía, con macabra premonición, “La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna”.
 

A la época las mujeres no tenían derecho de voto, ni acceso a las instituciones públicas, ni libertad profesional y ni siquiera derecho de posesión. Una primera respuesta a sus demandas fue la admisión de las mujeres a la ceremonia de carácter nacional denominada 'Fiesta de la Ley' celebrada el 3 de junio de 1792, poco después de la toma de La Bastilla el 14 de julio de 1792.

Olympe de Gouges aboga por la la instauración del divorcio, -único derecho que les concedió la Revolución-, así como la supresión del matrimonio religioso. En su lugar, las parejas firmarían un contrato civil de concubinato, que reconociera también a los hijos nacidos de 'una inclinación particular'. 
 

Teorizó asimismo sobre un sistema de protección materna e infantil, como el que existe hoy en nuestras sociedades, y propuso la creación de maternidades y guarderías. Además y en fin, recomienda la creación de talleres nacionales para los desocupados y albergues para los mendigos, antes de la entrada del invierno de 1788-1789.


Olympe de Gouges critica con dureza a los responsables de las atrocidades de los días 2 y 3 de septiembre de 1792 con las siguientes palabras: “La sangre, incluso la de los culpables, profusamente vertida con crueldad, mancilla por siempre las Revoluciones”. Apunta a Marat como firmante de la circular en la que se proponía extender la masacre de prisioneros en toda Francia. Y sospechando que Robespierre pretendía institucionalizar una dictadura, con la creación de órganos como el Comité de Salvación Pública competente para encarcelar diputados, le interpeló en múltiples escritos, lo que le valió una denuncia de los jacobinos. 
 

El 2 de junio de 1793 Olympe de Gouges eleva un escrito a la Convención por haber violado los principios democráticos y compone un pasquín de carácter federalista o girondino bajo el epígrafe Les Trois urnes ou le Salut de la patrie, par un voyageur aérien (“Las tres urnas o la salvación de la patria, por un viajero aéreo”). Y el 6 de agosto es detenida y llevada ante el tribunal revolucionario que la inculpa y envía a la prisión de la abadía de Saint-Germain-des-Prés. A fin de mejorar su situación, vende sus joyas para ser trasladada a una casa de salud, o cárcel de gente adinerada, y desde allí consigue sacar al exterior dos pasquines con los textos: 'Olympe de Gouges llevada al Tribunal revolucionario' y 'Una patriota preseguida'. 
 

En la mañana del 2 de noviembre es interrogada sumariamente y, privada de abogado, ella misma se defiende de forma inteligente. Sin embargo, la condena es a pena capital por haber intentado quebrar el gobierno único e indivisible. Sube al cadalso con valentía y dignidad y antes de que la cuchilla de la guillotina descienda grita:"Enfants de la Patrie vous vengerez ma mort." (“Hijos de la patria, vosotros vengaréis mi muerte”).
 

De Montauban en 1748 a la guillotina en París en 1793, cuarenta y cinco años de la vida de la primera fenminista francesa, luchando por una idea nueva en Europa: la lucha de los derechos de la mujer. Escritora polemista comprometida se distinguió por su independencia de espíritu y por la originalidad, a veces excesivamente radical, de sus posicionamientos. Abolicionista de la esclavitud, y sobre todo defensora de los derechos civiles y políticos de las mujeres. Enfrentada a Robespierre y a los extremistas de la Revolución, terminó en la guillotina durante la época del Terror.

MAG








No hay comentarios:

Publicar un comentario